Cuando el Dr. Rubén Fernández abordó su avión a Panamá, no tenía idea del día que le esperaba. Debido a sus muchos viajes fue recompensado con un asiento en clase ejecutiva y notó cierta actividad detrás suyo. Alguien que creyó que tenía un asiento en esa categoría estaba cambiando a clase económica cuando se lo informó una tripulante de cabina. El Dr. Fernández rápidamente se dio cuenta que era el Presidente de Costa Rica, el Profesor Luis Guillermo Solís.

El Dr. Fernández inmediatamente le ofreció su asiento al Presidente. Costó convencerlo, pero el Presidente Solís tomó el asiento en clase ejecutiva.

Ese pudo ser el final de la historia, pero no lo es. Luego de cambiar de avión en el aeropuerto de Panamá, el Dr. Fernández se encontró en clase ejecutiva junto al Presidente Solís en su vuelo de dos horas hacia Cuba. En esas dos horas, el Dr. Fernández compartió con el presidente sobre los “Esenciales Nazarenos” y sobre el Seminario Nazareno de las Américas. La familia del Presidente es dueña de una finca cerca del Seminario, por lo que él conocía el área. El Profesor Solís invitó al Dr. Fernández a visitar la Casa Presidencial y el Dr. Fernández invitó al Presidente a visitar SENDAS en cualquier momento.

El Dr. Fernández afirmó: “Fui impresionado al conocer a un hombre con los pies en la tierra, con gran amor y genuina preocupación por su país. Hablamos sobre diferentes asuntos relacionados al desarrollo nacional. Le agradecí por la forma en que Costa Rica me recibió junto a mi familia, como inmigrantes argentinos, hace 21 años. El contestó, “Gracias por venir”. Terminando la conversación, le pregunté “¿Qué va a hacer después de ser presidente?” y él contestó “Volver a las aulas. Tengo una licencia en la Universidad para servir como presidente, y me están esperando.” Sabiendo que el Presidente es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica le hice una pregunta final: “¿Va a enseñar de una manera muy diferente ahora, verdad?” – “Totalmente diferente” – contestó.

SENDAS sirve a más de 20 países en las Américas y cada uno de los líderes elegidos en esos países necesitan nuestras oraciones y nuestro apoyo. Aunque mucha gente es crítica sobre los líderes elegidos, como cristianos debemos pasar más tiempo orando por nuestras autoridades que criticándolas. ¿Te comprometerías a orar por el Presidente y líderes elegidos en tu país?